Ya está en biblioteca...
Leer con placer en la primera infancia
Dice su autora en la introducción:....“ Y lo he titulado “Abrir un libro… abrir el mundo”, porque tengo la certeza de que el mundo se presenta oscuro y tenebroso en la medida en que no sabemos por qué suceden las cosas que suceden, qué paisajes se pueden inaugurar una vez que se posee la llave de abrir esa puerta que conduce a la lectura. Una puerta prohibida para el analfabeto, o para el que abandonó su contacto con los libros por desgano o por tristeza, y que cuando se puede abrir, se puede ver y se avanza en un territorio de vuelos, de luminosidades, de utopías. Comienza la aventura de desplegar potencias dormidas y es posible pensar antes de actuar, planificar antes de decidir, programar estrategias antes de doblegarse frente a las exigencias del mundo globalizado.
También están presentes en este libro las voces, muchas veces silenciadas, de los niños y niñas que inician su escolaridad con asombro y expectativas, buscando juegos, canciones, cuentos, aprendizajes. Buscan, como todos los humanos, la parcela de felicidad que merecen disfrutar. El jardín de infantes debe ser, en primerísimo lugar, un jardín para la infancia, un espacio de ternura y de justicia, y un fortín severo que defienda la Convención de los Derechos de Niños y Niñas.
La literatura infantil en el nivel inicial plantea hoy a los docentes una mayor exigencia en su información sobre la multitudinaria oferta de libros que aparecen en las librerías. Se requiere mayor rigor en la selección que se realizará para formar a los niños como lectores de literatura. Dar a leer buenos libros es una tarea y un compromiso a la vez, con el objetivo de formar ciudadanos abiertos a participar y proponer, a cuestionar lo que está mal y a buscar mejores condiciones de vida, a fundar una sociedad en la que se impongan la justicia y la equidad.